Los tiburones que nadan en aguas venezolanas están ahora más protegidos. Una nueva resolución, publicada en la Gaceta Oficial del martes 19 de junio, limita la pesca y captura de los escualos y prohíbe la cruel práctica del "aleteo", que es cortar las aletas al tiburón y desechar el cuerpo.
A partir de ahora está prohibido pescar, distribuir, intercambiar y comercializar tiburones de las especies zorro ojón, oceánico, el "bobo" y los de la familia de tiburones martillo. También está prohibido capturar tiburones en las aguas de los archipiélagos de Los Roques y Las Aves, a menos que sean del tipo cazón, raya y quimera o que los pescadores sean residentes de la zona. En ese caso sólo podrán atrapar cinco ejemplares por jornada. Rafael Tavares es investigador del Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas -adscrito al Ministerio de Agricultura y Tierras- y presidente de la ONG Centro de Investigación de Tiburones, CIT. Es biólogo especializado en estos animales y responsable de los estudios sobre los que se sustentó la resolución. "El archipiélago de Los Roques es un lugar especial para el ciclo biológico de la reproducción de los tiburones. Hembras de varias especies paren allá. Pero como no existían normas para su pesca, se capturaban muchos ejemplares tan jóvenes que no habían alcanzado su madurez sexual", explicó Tavares. Todo esto reduce la población de estos peces cartilaginosos y es regulado por la resolución. "Toda pesca debe tener sus límites pero, en el caso de los tiburones, estos límites son mayores porque, al ser cartilaginosos, crecen más lentamente y requieren de más largos períodos de tiempo para reproducirse", expresa Tavares. Para definir las especies protegidas, los biólogos se orientaron por las guías internacionales de especies de tiburones en riesgo de extinción, amenazadas a nivel global y perjudicadas por la pesca industrial. "Algunas de estas especias suelen capturarse junto con el atún. Los pescadores deben saber que, desde ahora, esos tiburones no pueden llegar a tierra", advierte Tavares
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Las aletas y sus cuerpos
Para satisfacer la demanda asiática, especialmente de China y Corea, en aguas venezolanas se efectuaba una cruel práctica que mermaba la población escuala: pescadores capturaban al tiburón, le cortaban las aletas y lo lanzaban vivo al mar, donde moría desangrado, mientras ellos guardaban las aletas en sus barcas.Esto no debería ocurrir nunca más. Tal como ha hecho la mayoría de los países centroamericanos, la práctica del "aleteo" queda prohibida en Venezuela, tanto para barcos con bandera nacional como extranjera. A partir de ahora, toda aleta que llegue a la costa deberá estar pegada al cuerpo del tiburón y las barcas no podrán portar aletas solas. Sin embargo, las aletas de los tiburones cuya pesca está permitida, sí podrán ser comercializadas.Fuente El Universal