El Reino Unido espera que los resultados de las pruebas sobre los riesgos de los implantes mamarios de la firma PIP lleguen esta semana, tras un escándalo sanitario mundial protagonizado por los productos de la ya desaparecida firma francesa, dijo este miércoles el secretario de Salud británico, Andrew Lansley.
El Gobierno de Gran Bretaña continúa diciendo que no es necesario una eliminación rutinaria de los implantes de Poly Implant Prothese (PIP), en contraste con lo que han recomendado las autoridades francesas. Lansley dijo que estaba preocupado con la calidad de los datos facilitados por clínicas privadas y proveedores de servicios médicos, pero que los expertos deberían ser capaces de darle un consejo definitivo a final de semana a las 40.000 mujeres británicas que se calcula que llevan los implantes. “En base a las pruebas y datos que han visto hasta ahora, su consejo continúa siendo que no hay motivo para la retirada rutinaria de los implantes porque no existe una preocupación sobre su seguridad que pueda justificar el riesgo de una operación quirúrgica”, dijo en declaraciones a la radio BBC. “No existen pruebas de un vínculo con el cáncer, los test de toxicidad han demostrado, para satisfacción del regulador, que el relleno con este material no es tóxico”, añadió. El Gobierno de Francia ha aconsejado a las 30.000 francesas que llevan implantes de PIP que se los quiten, por existir preocupación ante la posibilidad de que puedan romperse. La empresa PIP, que una vez fuera la tercera mayor compañía de implantes de mama a nivel mundial, se declaró en bancarrota en el 2010 después de que una investigación oficial demostrara que estaba utilizando en algunos de sus productos silicona de tipo industrial más barata pero no apta para uso sanitario. Fuente: panorama.com.ve.