La fe es una credencial y al mismo tiempo podría ser un obstáculo en las aspiraciones presidenciales de la representante republicana por Minnesota, Michelle Bachmann. “Me hice cristiana a los 16 años. Le dí mi corazón a Jesús Cristo. He sido una persona de oración”, dijo en una reciente entrevista Bachmann, quien se define como una evangélica conservadora y quien esta semana se lanzó como pre-candidata republicana para las presidenciales del 2012.
Bachmann también ha dicho que trata de guiar su vida según las enseñanzas de la Biblia. Y en la sagrada escritura se indica que la mujer debe someterse a la voluntad de su marido, algo que podría entrara en contradicción con alguien que aspira al máximo cargo del poder civil estadounidense. Ya en el pasado la congresista ha dicho creer en esa directriz y ha explicado que cuando estudió leyes impositivas lo hizo por recomendación de su esposo, Marcus, quien habría sido el conducto escogido por Dios para guiarla en su desarrollo profesional.Seguir a pié juntillas esas enseñanzas podría implicar obstáculos para Bachmann, por una parte para explicar a los electores cómo hará para ejercer el cargo sin esperar por la autorización de su esposo y por el otro para convencer a sus correligionarios de que ella también es una buena cristiana. El reverendo Willian Ainvector, de la Iglesia Libre Reformista Emmanuel de Lancaster, en Pensilvania, segura que hay razones bíblicas para objetar que Bachmann se convierta en presidenta de EE.UU. “Primero está la doctrina bíblica de la primacía del hombre sobre la mujer que está establecido en el orden de la creación. Segundo las calificaciones bíblicas que están dadas en la Biblia para un mandatario civil, y tercero, el concepto de la mujer virtuosa en Proverbio 31”, dijo Ainvector a la BBC. El reverendo citó además el “capítulo 3 versículo 12 donde el profeta dice que hay una ruptura de Israel como sociedad y uno de los ejemplos es el de mujeres gobernando al pueblo de Israel”Según el religioso, sus objeciones a la candidatura de la congresista no tienen que ver con sus cualidades políticas o humanas, sino con lo que “el Dios viviente que se revela en las escrituras dice sobre esto”.“Se trata de los parámetros de las escrituras que son las bases sobre las que nosotros como cristianos evangélicos tomamos nuestra posición”, afirmó el reverendo.Algunos evangélicos dicen haber encontrado la solución al este dilema, como los del Consejo para la Hombría y Feminidad Bíblica, un grupo creado en 1987 para “combatir el creciente movimiento del igualitarismo feminista”, según la explicación que ofrecen en su página web.Para resolver el problema de las mujeres ocupando espacios en la esfera política, el Consejo ha acuñado el concepto del “complementarismo”.Según esta, idea los hombres y las mujeres son iguales, pero tienen papeles diferentes que desempeñar en la sociedad.Así, mientras los hombres ocupan el liderazgo en el hogar y la iglesia, las mujeres deben “gozosa sumisión al liderazgo de sus esposos”.Sin embargo, en el entendido que la esfera del poder civil es diferente del hogar y de la iglesia, el grupo explica que la Biblia no “prohíbe explícitamente a las mujeres ejercer el liderazgo en el campo de la política secular”. La reverendo Joan Brown Campbell, quien se define como una “cristiana feminista”, dijo a la BBC que defiende el derecho de Bachmann a aspirar a la Casa Blanca y asegura no creer que exista ninguna objeción bíblica. “Mi visión del mandato bíblico viene del libro de Mateo que dice que cuando el día del juicio llegue seremos juzgados en términos muy claros, y esos son: ¿alimentamos al hambriento?¿arropamos al desnudo?¿cuidamos al enfermo?¿liberamos a los cautivos? y ¿tratamos a todos con equidad como hijos de Dios?“Para mi eso debería hablar tanto sobre la plataforma que ella tiene como su derecho a servir como presidente de EE.UU.”, afirmó Brown.Pero quizá los desafíos más inmediatos que enfrenta Bachmann no sean de corte teológico sino político y económico.Como cómo convencer a los republicanos de que ella puede impedir que Barack Obama repita en la presidencia y además, amasar el suficiente financiamiento para enfrentar la campaña.Aunque con seguridad tanto sus credenciales evangélicas y su supuesto feminismo, que sería contrario al fervor religioso que profesa, serán usados para torpedear sus aspiraciones de convertirse en la primera mujer en llegar a la Casa Blanca. Fuente: bbc.