"Es nuestro objetivo: el fin del sida en 10 años, cero nuevas infecciones, cero traumatismos y cero muertes ligadas al sida", afirmó el secretario general de la ONU ante los jefes de Estado y ministros presentes en la primera jornada de esta cita de tres días. "Pero si queremos relegar el sida a los libros de historia, tenemos que ser osados", advirtió.
El objetivo de la cumbre, celebrada en ocasión del 30º aniversario del descubrimiento del sida, es redefinir los compromisos de la comunidad internacional contra la epidemia, que afecta a 34 millones de personas en el mundo, según estimaciones de Naciones Unidas. A pesar de los progresos registrados en los países más pobres, todavía se contagian diariamente 7 mil personas y por ello varios líderes africanos pidieron, este miércoles, más recursos para combatir este flagelo. Por su parte, el mandatario estadounidense, Barack Obama, que no participa en la cumbre, exigió que más gobiernos se comprometan en la lucha contra la enfermedad y coordinen de manera más eficiente sus esfuerzos. "Ningún país puede hacer esto solo. Juntos podemos lograr cumplir con nuestras responsabilidades compartidas. Juntos podemos acercarnos a nuestra visión de un mundo sin sida", afirmó en un comunicado. En su discurso, Ban afirmó que uno de los primeros objetivos es permitir el acceso al tratamiento a todos los enfermos e insistió en la necesidad de aplicar las nuevas tecnologías a las campañas de comunicación para llegar al mundo entero. En tal sentido, el presidente de la Asamblea General, Joseph Deiss, subrayó que el número de enfermos tratados se ha multiplicado por diez en los últimos cinco años ,aunque aún hay "diez millones de personas que no tienen acceso" a los medicamentos necesarios. En ese aspecto, el ministro de Salud mexicano, José Córdova Villalobos, destacó que uno de los temas claves es trabajar para "reducir los costos de producción y el precio de venta de los tratamientos retrovirales en los países de bajos y medios ingresos". "No es hora para la complacencia o la censura. Es hora para confrontar de manera energética el sida desde todos lados: gobiernos, comunidad científica, sociedad civil y sistema de Naciones Unidas", sostuvo. Previo a ello, el vicepresidente de Guatemala, Rafael Espada, saludó la acción de la ONU que "comprendió tempranamente que una amenaza global exigía una respuesta global" y afirmó que América Central ha redoblado los esfuerzos de prevención de manera concertada. "La parte más importante y más estructural de nuestras políticas es la prevención, que conlleva un sistema educativo estricto, una visión de Estado y una visión humana, política y social, científica y responsable que se aplique a todos", aseveró Espada. El viceministro de salud de Paraguay, Edgar Giménez, habló en representación de los países de la UNASUR (Unión de Naciones Sudamericanas) para recordar que el problema del sida "va más allá del sector sanitario" y afecta a toda la sociedad. "Los países de Unasur están listos para redoblar su acción" para enfrentar la epidemia, señaló Giménez y recordó que los segmentos de población más vulnerables a la enfermedad en la región son los homosexuales, los hombres y mujeres que practican la prostitución y las personas que se inyectan drogas. Según cifras de la ONU, la epidemia se ha estabilizado relativamente en América Latina, "con pocos cambios en los últimos años" y una leve baja en la estimación del número de personas infectadas en 2009 (92 mil) en comparación con 2001 (99 mil). En cambio, los decesos vinculados al sida aumentaron a 58 mil personas en 2009 contra 53 mil en 2001. Conforme señala el informe global de la ONU, un tercio de las personas enfermas de sida en América Latina se encuentra en Brasil, donde "los tempranos y permanentes esfuerzos de prevención y tratamiento del VIH han contenido la epidemia". Fuente: infobae.