Las inversiones previstas en materia de infraestructura no contemplan la restauración del patrimonio histórico de la ciudad, que se encuentra en lamentable estado.
La "ciudad de maravillosa" necesita un lavado de cara como anfitriona del más importante acontecimiento deportivo mundial, pero las autoridades admiten que no existen proyectos para la renovación de sus edificios y sitios coloniales. Carlos Fernando Andrade, director del Instituto del Patrimonio histórico y artístico nacional (IPHAN), dijo que las inversiones realizadas desde la designación de Río como sede del Mundial de Fútbol 2014 y de los Juegos Olímpicos 2016 estuvieron destinadas a renovar los espacios públicos, pero que sólo ha habido "intervenciones en casos de urgencia" en los monumentos. Unos 24 mil millones de dólares están previstos para obras de infraestructura, transporte y seguridad, pero nada está planeado en materia de patrimonio histórico. En la ciudad que fue capital del Brasil abundan, en medio de rascacielos y construcciones modernas, monumentos, iglesias barrocas, casas coloniales, calles empedradas y edificios de estilo Art déco que lograron sobrevivir a las demoliciones iniciadas en los años 40. ¿ El problema puede, incluso, agravarse porque, como lo explicó el subsecretario de Patrimonio Cultural de Río, Washington Fajardo, la elección de Río como sede de estos dos acontecimientos deportivos desató "un boom de la construcción" que hasta puede amenazar el patrimonio. "Se construye mucho en vista a los Juegos Olímpicos y algunas construcciones desfiguran el paisaje", dijo. Fajardo admitió que "hay cierta falta de control en las nuevas construcciones", pero informó que el alcalde, Eduardo Paes, acaba de ordenar la revisión de todos los proyectos. En 1808, Río de Janeiro, que entonces era la capital del imperio portugués, recibió a la Corte que dejaba Lisboa para escapar de la invasión de las tropas de Napoleón Bonaparte. Fue la ocasión para una revolución urbanística que la convirtió "en la más europea de las ciudades del Brasil". Esa es la herencia cultural que hoy se encuentra en peligro. Varios edificios históricos tienen graves problemas estructurales, desde goteras hasta fachadas en ruinas. Brasil ya estuvo en el centro de la polémica cuando Josef Blatter, titular de la FIFA, señaló que ese país no estaba "listo para el Mundial" por el atraso en la construcción de estadios. "Las cosas no están avanzando muy rápidamente y, si Brasil continúa así ,no habrá partidos en Río de Janeiro o San Pablo en la Copa Confederaciones de 2013", había dicho el dirigente suizo. El encargado de responderle fue el ministro de Deportes brasileño, Orlando Silva:"Voy a invitar al presidente de la FIFA a que venga a conocer detalles de los preparativos del país. Y estoy convencido de que, cuando vea cómo estamos trabajando, va a estar seguro de que Brasil organizará una muy buena Copa del Mundo". Pero no son los estadios la única fuente de inquietud. Un informe del Instituto de Investigación Económica Aplicada (Ipea), un organismo vinculado al Ministerio de Planificación del Brasil, señaló la improbabilidad de que se supere la precariedad de las terminales aéreas del gigante sudamericano antes del inicio del campeonato mundial de fútbol en 2014. Del total de obras de reforma y modernización programadas en 13 aeropuertos, sólo cuatro tienen posibilidades de terminar en el plazo previsto por la agencia estatal que administra las estaciones aéreas, según el informe. El problema es que el plan de reparación corre contra reloj, ya que existe un serio riesgo de colapso para varias terminales aéreas del Brasil. Esta situación se generó por la combinación de años de baja inversión con una creciente demanda debida a la buena performance económica del país. Fuente: infobae.