Duermen sobre alfombras en cualquier lugar donde puedan encontrar un espacio abierto en las salas de conferencias, en los pasillos, incluso en las escaleras. Tienen una manta, sin almohadas. Comen sólo dos veces al día: el desayuno, de 30 de galletas y un jugo de verduras, y para la cena, una carne lista para ser consumida o algo que salga de una lata. Se limpian las manos con toallitas húmedas, ya que la fuente de agua dulce es corta.
Éstas son las duras condiciones de vida de los trabajadores dentro de la planta paralizada de energía nuclear de Fukushima Daiichi en Japón. Han sido aclamados como héroes porque arriesgan sus vidas al desafiar los altos niveles de radiación a medida que evitan una crisis nuclear. Pero hasta ahora, el mundo exterior sabe poco acerca de la rutina de los trabajadores. Este martes, el inspector de seguridad Kazuma Yokota, quien pasó cinco días en la planta la semana pasada, habló con CNN sobre la situación de los 400 trabajadores que residen en un edificio a un kilómetro del reactor 1. Las autoridades japonesas ordenaron evacuaciones obligatorias para todos los demás dentro de los 20 kilómetros alrededor de la planta. Lucen cansados, dice Yokota. Trabajan frenéticamente para conectar los cables eléctricos, reparar los paneles de instrumentos y bombear elagua radiactiva. Trabajan bajo el peso de sus propias tragedias personales encima, lo que resulta siempre una pesada carga. "Mis padres fueron arrastrados por el tsunami, y yo todavía no sé dónde están", escribió uno de los trabajadores "El llanto es inútil", dijo en otro mensaje electrónico. "Si ahora estamos en el infierno, todo lo que podemos hacer es trepar hacia el cielo". Todo lo hacen con la determinación que se requiere en una tarea con apuestas tan altas. No hay espacio para bajar el ánimo y no hay muestras de espíritus débiles, asegura Yokota. A pesar de que los trabajadores son optimistas, no se puede negar que las condiciones son más difíciles. "En el suelo de la planta de energía nuclear, los trabajadores laboran en condiciones muy peligrosas y muy duras, siento un gran respeto por ellos", dijo el jefe del gabinete de Japón, Yukio Edano, este martes. Los trabajadores pasan tres días en el sitio y pueden salir uno. Su jornada comienza a las 8 am y dura 12 horas. Gary Was, un experto en ingeniería nuclear en la Universidad de Michigan, dijo a CNN el martes que el agua de mar contaminada conlleva un peligro potencial, por lo que "necesitan tomar todas las precauciones". Las partículas se posan en la piel o se ingieren y "pueden ser una fuente constante de radiación en el futuro", dijo. "Debes tener mucho cuidado para no ingerir nada de eso". Was dijo que los trabajadores necesitan remover y almacenar el agua contaminada. La semana pasada la Tokio Electric Power Company, que opera la planta, se disculpó y señaló que la exposición de los tres hombres al agua altamente radiactiva podría haberse evitado con una mejor comunicación. Ellos colocaban cables eléctricos en el edificio de turbinas del reactor número 3 y entraron en el agua contaminada, exponiéndose a altos niveles de radiación. Las alarmas de radiación sonaron mientras los tres hombres seguían trabajando, pero continuaron sus labores por unos 40 a 50 minutos después de asumir que era una falsa alarma. Más tarde, fueron hospitalizados y fueron diagnosticados con 173 a 181 milisieverts de radiación. Dos de ellos tuvieron exposición directa en la piel. En comparación, una persona en un país industrializado está, naturalmente, expuesto a 3 milisievert por año, aunque el Ministerio de Salud de Japón ha dicho que los que trabajan directamente para evitar la crisis nuclear podrían estar expuestos a unos 250 milisieverts antes de que abandonen el sitio. El incidente también provocó más críticas sobre la protección de los trabajadores de la Tokyo Electric. Yokota mencionó que la compañía espera poder mejorar las condiciones de vida de los trabajadores mudándolos a otro centro. Edano dijo que las autoridades también esperan encontrar sustitutos a fin de aligerar a los trabajadores de la planta. Hasta entonces, seguirán como los héroes sin rostro en la tragedia de Japón, la única esperanza de la nación para impedir un desastre mayor. Fuente: cnn mexico.