La Agencia de Seguridad Nuclear pasó la escala de Fukushima de 5 a 7, el máximo posible. La central ya emitió el 10% de la radiación medida en Ucrania tras aquel accidente. Detuvieron un incendio en la planta.
Mientras enfrenta una enorme crisis humanitaria y económica, Japón lucha por recuperar el control de los reactores de la central Fukushima Daiichi, que fueron dañados luego del terremoto y posterior tsunami del 11 de marzo. Pese a que los índices de radioactividad han caído drásticamente, la Agencia de Seguridad Nuclear e Industrial (NISA) de Japón cofirmó que decidió subir el nivel de gravedad al máximo, de acuerdo a la escala publicada por la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA, por su sigla en inglés). Un nivel 7 en la escala Ines significa que ha habido una "liberación mayor de materiales radiactivos", con "efectos considerables para la salud y el medio ambiente". "Esta es una evaluación preliminar, y está sujeta a la conclusión de la IAEA", afirmó un funcionario de la NISA. No obstante, detalló: "En términos de volumen de emisiones radiactivas, nuestros cálculos los evalúan en alrededor del 10% de las emisiones de Chernobyl". Hasta el momento, el Servicio de Seguridad Nuclear japonés había clasificado el accidente de Fukushima en el nivel 5, que corresponde a un "accidente de amplias consecuencias", con "grave daño al núcleo del reactor", pero incluyendo una "emisión limitada de material radiactivo al exterior". El Servicio de Seguridad Nuclear francés, de su lado, había clasificado ya el accidente en Fukushima en 6, un nivel de "grave accidente". Por otra parte, y según la agencia de noticias Kyodo, la Comisión japonesa de Seguridad Nuclear calculó que en zonas alejadas 60 kilómetros al noroeste de la central y 40 al sur-suroeste hubo exposiciones a la radiación que sobrepasaron el límite anual de 1 milisievert. En tanto, las Fuerzas de Autodefensa lograron controlar un nuevo incendio, esta vez en un edificio cercano al reactor número 4. Un vocero que TEPCO, la firma que opera el complejo nuclear, comentó que el fuego no tuvo ningún impacto en los niveles de radiación. A pesar de la gravedad de la tragedia el primer ministro, Naoto Kan, dijo que la situación en la central "se está estabilizando paso a paso" y que los escapes radiactivos se están reduciendo. "Paso a paso, los reactores de la central avanzan hacia la estabilidad. El nivel de escapes radiactivos está bajando", dijo en rueda de prensa. Kan llamó a los japoneses a "retomar una vida normal", tras el sismo y el tsunami del 11 de marzo que dejaron más de 27.000 muertos y desaparecidos. Fuente: infobae.