El Pentágono cumple los plazos para incorporar a los homosexuales a las Fuerzas Armadas, después de que se derogara la ley que lo prohibía, dijo hoy en una audiencia en el Congreso de EE.UU. el subsecretario de Defensa de personal y preparación, Clifford Stanley. Stanley compareció con el vicealmirante William Gortney, director del Personal Conjunto en el Pentágono, quienes están encargados de diseñar y ejecutar el plan para evitar que la derogación de la normativa tenga impacto alguno en las tropas.
El 9 por ciento de los militares estadounidense han recibido ya entrenamiento y las tropas no han mostrado reticencia a la supresión de la política, dijo Stanley ante el subcomité de Personal del Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes. El subsecretario espera que el entrenamiento esté completo en verano y para otoño se pueda aplicar la derogación de la ley, a la vez que señaló que "hasta ahora ha ido muy bien", según recoge la cadena de radio pública NPR. Según recoge hoy el diario USA Today, se están cambiando cerca de 90 normas y reglamentos para adaptarlas a la presencia de soldados abiertamente homosexuales. Obama firmó la legislación para derogar la ley conocida como "Don't, Ask Don't Tell" ("No preguntes, no digas"), que prohibía que homosexuales declarados formaran parte de las Fuerzas Armadas, el pasado diciembre. No obstante, la prohibición no se levantará hasta 60 días después de que el presidente, el secretario de Defensa, Robert Gates, y el Jefe del Estado Mayor Conjunto, Mike Mullen, certifiquen ante el Congreso que su derogación no afectará la capacidad de la Fuerzas Armadas. Gates ha expresado su intención de emitir su veredicto este verano, una vez que hayan concluido los entrenamientos. La ley "Don't Ask, Don't Tell" fue promulgada en 1993 por el entonces presidente, el demócrata Bill Clinton. La norma permitía a los homosexuales formar parte de las Fuerzas Armadas, siempre y cuando no hicieran pública su orientación sexual, lo que dio pie a una cultura de delación y venganza en las filas del Ejército. Esta norma representó en su día un avance para el colectivo homosexual ya que quedaba en un "término medio" entre la propuesta de Clinton de levantar por completo la prohibición de que los homosexuales sirvieran en la milicia y quienes lo consideraban perjudicial. Obama firmó su derogación el 22 de diciembre cumpliendo así una de sus promesas de campaña, conseguida gracias al apoyo de algunos senadores republicanos que votaron con los demócratas para acabar con esta ley que ha provocado la expulsión de unos 13.500 militares. "Nunca más los patriotas estadounidenses serán obligados a abandonar (las Fuerzas Armadas), por el mero hecho de que sean gays", dijo Obama entonces. Fuente: informe 21.