Besando sus tickets, 16.000 personas pudieron acceder ayer al Palacio de Deportes para presenciar, o la lá, el primer concierto de Lady Gaga en la capital de España, con motivo de su gira «Monster Ball».
El show más grande jamás visto, la epifanía de la virgen de la sociedad del espectáculo. Un concierto que a priori abriría bocas sin complicaciones, que haría que todo lo visto hasta ese momento fuese poca cosa en comparación. Una expectativa quizá tan excesiva como ella misma. Abrió con «Dance in the dark» y «Glitter and glease» y, la verdad, uno esperaba un impacto considerable en los sentidos, pero ni la grada llegó a bailar demasiado. «Just dance» sí hizo mover las caderas, aunque el espectáculo no llegaba a funcionar como una máquina perfecta. Muchísimos parones demasiado largos y aburridos sermones sobre ser uno mismo que muchos ni entendían —Gaga debe suponernos un alto nivel de inglés por la velocidad a la que hablaba— restaron puntos de adrenalina al concierto. Lo que sí pudo comprobarse es que Lady Gaga es la reina de la era de las canciones sueltas —ya no de los discos enteros—, porque «Alejandro» y «Poker face» tuvieron respuestas apoteósicas en comparación con la frialdad con que el público asistió a otros temas como «Love game» o «Money honey». Ella cantó como los ángeles, estando vocalmente excepcional en momentos como el de «Speechless», pero el aspecto teatral de su show distó de lo abrumador, a veces incluso de lo creíble —eso de repetir frases que parecen llenas de sentimiento, una y otra vez en cada ciudad...—, por mucho que su entrega roce el cien por cien. «Bad Romance» cerró la noche con el éxtasis del mega-hit, pero... sí, eso de que no tiene rival habría que verlo, aunque es cierto que la chica le echa ganas. ¿Es Lady Gaga provocadora, en el único sentido real del término? ¿O es lo más esperable, el producto más genuinamente natural de la sociedad del espectáculo? El juego admite apuestas, pero ella dejó muy claro ayer que piensa dejarse la piel para seguir siendo la banca. La que siempre gaga, perdón, gana. Fuente: abc.