En la citada publicación, de la cual se difundieron hoy algunos pasajes, el pontífice apela a un análisis bíblico y teológico para explicar por qué no tiene fundamento la afirmación de que los judíos como pueblo fueron responsables por la muerte de Jesús.
Si bien el Vaticano ha manifestado desde hace cinco décadas que los judíos no fueron colectivamente los responsables, estudiosos judíos dijeron que el argumento desarrollado por el Papa de origen alemán era significativo y contribuirá a combatir el antisemitismo. "Hay una tendencia humana natural a dar las cosas por sentadas y, muy a menudo, esto deriva en una falta de lucidez y conciencia" sobre el riesgo del antisemitismo, afirmó el rabino David Rosen, director de asuntos interreligiosos en el Comité Judío Americano y líder en el diálogo judío con el Vaticano. En 1965, se publicó "Nostra Aetate" que revolucionó las relaciones de la Iglesia Católica con los judíos al afirmar que la muerte de Cristo no podía ser atribuida a los judíos como pueblo ni en esa época ni en la actualidad. Rosen agregó que las palabras del Papa podrían tener una incidencia mucho mayor debido a que los fieles tienden a leer las Escrituras y comentarios más que los documentos eclesiásticos, en particular los antiguos. Benedicto XVI llegó a sus conclusiones por medio de un análisis exhaustivo, Evangelio por Evangelio, que deja poca duda de que cree profundamente en ellas. Se trata de la segunda parte "Jesús de Nazaret" (2007), el primer libro de Benedicto XVI como pontífice, que ofrece una meditación muy personal sobre los primeros años de la vida de Cristo y sus enseñanzas. Esta segunda parte, a ser distribuida el 10 de marzo, abarca la parte final de la vida de Cristo, su muerte y resurrección. El pontífice llega a la conclusión de que los responsables fueron el liderazgo judío, la aristocracia del templo y unos pocos partidarios de Barrabás, más no los judíos como pueblo. Fuente: infobae